Fuerte rechazo opositor al "impuestazo" en Tucumán

El anuncio del Gobierno de Tucumán, a cargo de Osvaldo Jaldo, de incrementar los montos fijos del Impuesto sobre los Ingresos Brutos (IIBB) y del Impuesto de Sellos a partir de enero de 2026, desató una ola de críticas y un fuerte rechazo por parte de la oposición legislativa. Los aumentos, dados a conocer por Tendencia de Noticias, establecidos mediante los Decretos 3623/3 y 3624/3, superan en promedio el 28%.

Los parlamentarios opositores enfatizan que esta decisión tiene efectos sociales y económicos perjudiciales, se contrapone a las políticas nacionales de baja de impuestos y expone la falta de voluntad del Poder Ejecutivo para reducir el "gasto político".

Una de las críticas centrales de la oposición, consultada por este medio, es la falta de sintonía del Gobierno provincial con el actual contexto económico nacional, que tiende a la desregulación y la reducción de la carga tributaria.

José Seleme.

El legislador José Seleme (Avanza Tucumán) fue categórico al afirmar que "el gobernador va a contramano de los tiempos. Tiene que frenar y girar media vuelta en sí mismo". Seleme argumentó que, mientras "la Nación y varias provincias argentinas bajan impuestos, porque entienden que se viene una época más competitiva, donde los argentinos van a buscar precios más bajos, aumentará la competencia extranjera, y las empresas locales tendrán que ser eficientes para seguir creciendo y mantener los puestos de empleo", Tucumán insiste en el error. "Estamos en el podio de las provincias de mayores impuestos del país, y el gobernador quiere seguir subiendo", lamentó.

Esta visión es compartida por Manuel Courel (Cambia Tucumán), quien señaló la contradicción del Ejecutivo: "Jaldo tiene dos caras: tiene una cara en Buenos Aires cuando cuando se muestra como un libertario apoyando las medidas de (Javier) Milei y otra cara en Tucumán, que es del peronismo más rancio, más tradicional y que siempre es más de lo mismo: no tiene ninguna otra mejor idea que aumentar los impuestos". Courel recordó que él anticipó el "impuestazo" durante el debate del Presupuesto 2026, indicando que la única forma de aumentar la recaudación de Ingresos Brutos en un 110% era con una suba impositiva, una predicción que se materializó rápidamente.

Manuel Courel.

La referente del radicalismo, Silvia Elías de Pérez (Valores para Tucumán) puso el foco en la regresividad de la medida y su impacto social, al advertir que la suba "afectará directamente a los pequeños contribuyentes que tienen un kiosco, un almacén o una verdulería para subsistir, a esos a los que ya no les pueden sacar más porque les sacaron todo".

Para Elías de Pérez, "aumentar los importes fijos de Ingresos Brutos implica un apriete directo a los que menos tienen, al comerciante más pequeño, al que todos los días lucha para llegar a fin de mes". La legisladora denunció que, al incrementar los importes mínimos, "el Gobierno aprieta a lo más bajo de la pirámide, a quienes por sus ventas ni siquiera alcanzan los mínimos". En un tono crítico, concluyó que "el Estado provincial elige transformarse en un exprimidor eléctrico, pero no de cítricos, sino de los bolsillos más flacos de los contribuyentes".

Silvia Elías de Pérez.

Gasto político y falta de inversión productiva

Otro punto de coincidencia entre los bloques opositores es la crítica al destino de los recursos, que se utilizarían para sostener una estructura estatal sobredimensionada en lugar de fomentar el crecimiento productivo.

Eduardo Verón Guerra (Fuerza Republicana) calificó el aumento como un "verdadero impuestazo" que se da en un contexto donde "a nivel nacional avanza un proceso de desregulación y reducción del tamaño del Estado, en Tucumán ocurre exactamente lo contrario". Verón Guerra fue enfático en señalar la ineficiencia del gasto: "Lo más grave es que todos esos recursos terminan diluidos en gasto político, sin generar mejoras edilicias ni avances estructurales para la provincia. El 90% del presupuesto se destina a cubrir gastos corrientes".

Eduardo Verón Guerra.

El parlamentario de Fuerza Republicana sostuvo que es "imprescindible realizar un examen serio del gasto estatal" ya que "Tucumán no puede continuar sosteniendo una estructura pública tan grande como improductiva". A su vez, remarcó la necesidad de buscar nuevas fuentes de financiamiento: "Hoy los ingresos propios del Estado tucumano dependen exclusivamente de los impuestos: no hay inversiones, no hay empresas productivas, solo gasto".

La oposición tucumana coincidió en que la solución no pasa por aumentar la carga fiscal, sino por aplicar una profunda cirugía en las cuentas públicas y eliminar tributos que atentan contra la competitividad.

Seleme propuso que "no necesitamos más impuestos. Necesitamos bajar el gasto. Hay mucho gasto por cortar". Además, sugirió la eliminación de impuestos locales: "creo que hay que eliminar Sellos a las tarjetas de créditos e ir bajando las alícuotas generales hasta su eliminación. Hay que eliminar el impuesto a la salud pública". En línea con un debate nacional, abogó por "acompañar toda reforma impositiva nacional que permita eliminar Ingresos Brutos y cambiarlo por un impuesto menos distorsivo, como puede ser un IVA unificado, o un impuesto a las ventas finales".

Por su parte, Courel indicó que Ingresos Brutos es "el impuesto más distorsivo de todos y el que impide que las empresas tengan competitividad". Para contrarrestarlo, la alternativa es implementar un IVA provincial que fomente la competencia entre jurisdicciones: "Eso va a hacer que las provincias tengan que competir entre sí para crear más inversiones a través de beneficios impositivos, de baja de impuestos, para ser atractivos y que se radiquen empresas en Tucumán".

Todos los legisladores coincidieron en que, de lo contrario, la provincia seguirá "a contramano" y será imposible "alcanzar un crecimiento real y sostenible, con empleos de calidad".